Juventud Sanse
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Ganó el equipo que acertó

Partido que se llevó el Periso por saber aprovechar mejor sus oportunidades.

Cadete A frente al Periso
Alineación: Álex, Marcos, R. Gómez, Koke, Adri, Álvaro, H. Agüeros, Tomás M., R. Castro, Sergio y H. Serradilla.
Suplentes: Jorge, Héctor, Mati, Félix, Carlos, Dani y Tomás G.
Goles: —
MVP (según los jugadores): Koke

Otra bonita prueba nos esperaba esta semana: el Periso, un equipo descendido de División de Honor, una generación que hace dos años hizo un gran papel en Superliga. Gran semana de trabajo del equipo, totalmente preparados para el encuentro.

Inicio con personalidad

Salimos sin complejos, tratando de llevar el control del juego, y lo conseguimos al menos posicionalmente. Es verdad que ellos tuvieron una muy clara nada más empezar, pero también es cierto que, acto seguido, Agüeros dispuso de una aún más clara. Estuvimos muy firmes en defensa y, aunque en ocasiones superaban nuestra presión, el gran trabajo de los defensas hizo que su potente delantera apenas tuviera oportunidades en esta primera parte.

Seguimos pecando de pequeños fallos en la toma de decisiones en los metros finales, lo que nos impidió tener más y mejores ocasiones claras.

Aun así, generamos bastantes oportunidades. Sacamos más de diez córners en la primera mitad, aunque sin apenas crear peligro, una asignatura pendiente en la que debemos mejorar. Desde mi punto de vista, fuimos superiores en esta primera parte y conseguimos anular el juego del rival.

Gol que cambió el rumbo

En la segunda parte tratamos de ajustar la presión, manteniendo el mismo trabajo y actitud, pero siendo algo más agresivos y determinantes al finalizar. Tuvimos una ocasión clarísima tras un desborde de Castro que Sergio empujó a portería… y, todavía no sabemos cómo, el portero logró sacar. Pero igual que nosotros no aprovechamos la gran cantidad de córners, el Periso sí lo hizo: en un córner en el minuto 5, consiguieron rematar, el balón dio en la cabeza del jugador que marcaba y acabó entrando.

El gol nos sentó mal. Pese a insistir en mantener la calma y el trabajo, nos entraron las prisas, y las buenas decisiones que nos hacían dominar en la primera parte se convirtieron en precipitaciones. Jugamos con más corazón que cabeza, perdiendo tanto el control del juego como el territorial.

El partido se convirtió en un correcalles que no nos beneficiaba y permitía al rival encontrar contras muy peligrosas, bien resueltas por nuestra defensa. En otro córner, a falta de 20 minutos, llegó el 2–0 definitivo. De ahí al final, fue un querer y no poder.

Aprender de los detalles

El fútbol, y precisamente por eso es tan bonito, no siempre lo gana el que más domina o el que “mejor” juega. Gana quien sabe aprovechar sus oportunidades y comete menos errores atrás. Tanto ante el Complutense como ante el Periso hemos sido superiores en muchos momentos, pero ellos han sabido concretar.

El equipo ha competido con personalidad y ha querido imponer su juego, pero debemos ser más contundentes en ambas áreas. Como nota positiva, el grupo muestra orgullo y amor propio cuando va por debajo: no bajó los brazos en ningún momento, aunque las prisas nos hicieran jugar peor. Dos auténticos equipazos. Les costó ganarnos; fuimos mejores por fases, y nos acabaron venciendo a balón parado. Así también se gana, y así también se pierde.

Mirando hacia adelante

Esta derrota debe servirnos para corregir esos pequeños detalles que nos están costando puntos. La liga está muy igualada y queda muchísimo por delante. El calendario ha sido caprichoso, y no podemos relajarnos: visitamos al Canillas, equipo y campo muy complicados, escenario ideal para resarcirnos de esta derrota.

¡A seguir!